Las reseñas falsas ya no tienen que ver con clientes descontentos, sino con pequeños restaurantes que intentan superar a la competencia. El año pasado, las reseñas falsas atacaron a cientos de pequeños negocios en Estados Unidos con 37 perfiles falsos que difundieron millones de reseñas de cuatro estrellas.
La buena noticia es que Google pudo contrarrestar el ataque en cuestión de días. La mala noticia es que a Google le resultó difícil detectar las opiniones en primer lugar. Pero, ¿por qué preocuparse por las reseñas falsas de cuatro estrellas? El problema no es que las opiniones perjudiquen a las valoraciones de las empresas, sino evitar que se engañe al público en general.
Cómo perjudican las críticas falsas a las empresas
A primera vista, puede parecer que las opiniones falsas son favorables para las empresas. Pero en realidad corrían el riesgo de manchar la reputación de las empresas implicadas. Esto se debe a que la mayoría de las reseñas falsas no incluían nombres o, si lo hacían, eran obviamente falsos. Los consumidores no son tontos. Reconocen las opiniones falsas a la legua. Por eso, ver opiniones falsas de cuatro estrellas puede hacer dudar a los consumidores de la credibilidad de las empresas en cuestión. Una empresa recibió 22 opiniones falsas.
Los expertos en productos de Google consiguieron localizar y eliminar las reseñas falsas, que procedían de Twitter y Google My Business. El problema es que, en primer lugar, no pudieron detectar las reseñas.
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